Esta semana hemos inagurado un rincón dentro del aula, destinado a la resolución de conflictos, mediante el diálogo.
Su composición es muy sencilla y sus beneficios muchos.
Consta de dos carteles: uno donde se representa una boca y aparece el rótulo " hablar" y otro representado por un oído con el rótulo de " oír".
Debajo de estas imágenes se sitúan dos sillones para que las partes implicadas tomen asiento.
Cuando se produce una discusión ambos/as niños/as se sientan y obedecen al significado del cartel bajo el que están.
Es decir, el que está sentado bajo el cartel de la boca, expone su problema y el otro se limita a escuchar su exposición, sin poder hablar. Una vez expuesta su discrepancia, cambian de posición: el que está sentado bajo el oído se sienta en el sillón correspondiente a la boca y al revés.
Ahora el que oía relata su contestación y el/la otro/a oye su explicación.
Una vez finalizado el proceso, concensuan una solución ellos/as mismos/as y vuelven al contexto del que salieron.
Con esta simple actividad vuestros/as hijos/as aprenderán de forma progresiva múltiples actitudes y valores: conseguirán saber respetar el turno de palabra, a saber oír a la persona, a concensuar soluciones, a buscar opciones pacíficas a los conflictos, a confrontar puntos de vista, a empatizar de forma progresiva.
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