Hoy a medida que íban terminando su trabajo en las mesas se fueron incorporando a diferentes rincones de juego.
Según el tipo de actividad algunos necesitan ser dirigidos por el maestro/a. En otros rincones los niños/as pueden funcionar con bastante autonomía.
Aprenden a trabajar en equipo, a colaborar y a compartir conocimientos. Los rincones también potencian su iniciatíva y el sentido de la responsabilidad.
El juego es mucho más que el placer, es una necesidad vital, el primer instrumento de aprendizaje de que dispone el niño/a para conocerse a si mismo y al mundo que le rodea.
El Rincón de las construcciones ayuda a estimular la orientación espacial y temporal y el desarrollo de la motricidad fina y gruesa.
El Rincón de la casita, en él imitan y aprenden roles, comportamienos y estilos de relación.Favorece el desarrollo del lenguaje, la motricidad fina y gruesa. Es libre, la intervención del educador sólo servirá para animar y estimular la participación.
También está el Rincón del juego didáctico ( puzzles, rompecabezas,...). Estimula las funciones intelectuales y psicomotoras de los niños/as, además hay que cambiar los juegos según vayan creciendo para favorecer su evolución.
A través del juego tanto el maestro/a como las familias debemos educar a los niños/as inculcándoles el respeto hacia los compañeros/as, solucionando conflictos, llegando a acuerdos y sin agresividad. Cuando en el patio o en el aula observamos a un niño/a jugando, podemos captar como se relaciona con los demás y también cual es su nivel de bienestar personal ( que repercute en los aprendizajes).
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