TALLER DE ANGI.

Hoy hemos recibido la visita de Antonio y Mª Angeles, los padres de Angi, para realizar nuestro siguiente taller, que ha consistido en la realización de un abanico.
La experiencia ha sido muy motivadora, estaban todos/as encantados con esta actividad.

Desde aquí le damos las gracias a Angi y sus padres !!!muchas gracias!!!.
Estuvo todo muy bien preparado y para los niños ha sido una experiencia seguro inolvidable.

Breve historia del abanico:
Se tiene conocimiento del uso de este útil objeto por parte de los egipcios, babilónicos, persas, griegos y romanos, gracias a la aparición del mismo en las representaciones artísticas de estos pueblos.
En china la tradición se remonta a tiempos del Emperador Hsien Yuan, alrededor del año 2697 antes de Cristo.
En Occidente, durante la Edad Media, el abanico o " flabelum" pasa a formar parte de la liturgia cristiana, empleándose en la consagración para proteger la Eucaristía, de los insectos y refrescar al celebrante. El abanico era también conocido por los Incas y Aztecas, como demuestran los presentes de Moctezuma a Hernán Cortés entre los que figuraban seis abanicos de plumas.
En el siglo XV, cuando el abanico comienza a popularizarse, gracias a su incursión en el mercado europeo donde se adaptó y comenzó a fabricarse el modelo plegable, concretamente Francia fue el país donde apareció el abanico europeo en su plenitud durante el reinado de Luis XV, si bien se considera que fue introducido por Portugal procedente de Asia.
En el Siglo XVII, tanto en Madrid como en Sevilla, encontramos nombres de artesanos de abanicos.
En el Siglo XVIII Valencia se consolida como centro productor, donde existía un gremio de artesanos abaniqueros.
A partir de entonces, y ya en el Siglo XIX se fortalece la industria del abanico en el Levante español como una de las primeras de Europa hasta hoy en día, donde Valencia cuenta con una floreciente industria abaniquera que exporta a todo el mundo siempre fiel a la auténtica tradición artesana.

Al final todos/as les dieron un abrazo a los padres de Angi y le dieron las gracias.

Y mirad que bonitos quedaron.