Fue de los principales representantes de un movimiento pictórico llamado Imprensionismo. La pintura imprensionista fue creada en París por un grupo de artistas franceses que comenzaron a pintar al aire libre, tratando de captar en sus cuadros la luz ( la impresión visual) y el momento. Durante los primeros años de su vida, Renoir fue pintor de abanicos y decorador de objetos de porcelana, fue así como adquirió el gusto por las pinceladas rápidas y luminosas.
La diferencia de Renoir con otros impresionistas es que a él le interesan más la representación de la figura humana individual o en retratos de grupo que los paisajes.
Los personajes están tratados con gran delicadeza y cariño. Siempre aparecen en actitudes relajadas, sonrientes y felices. Es por todo esto por lo que Renoir ha recibido el calificativo de " pintor de la alegria". Es muy agradable y atractivo contemplar sus escenas del Paris de finales del siglo XIX.
Es un pintor de gran colorido, capta lo instantáneo y huye de lo serio y transcendente.
Siempre decía que pintaba para divertirse y que si el pintar no le hubiera divertido, nunca lo hubiese hecho.
El ambiente grisáceo del momento no resta alegría a la escena, especialmente por la figura de la joven del primer plano que dirige su mirada al espectador y la niña que sostiene un aro, mirándonos también de manera cómplice. Abunda el azul morado en una composición en la que contrasta el tratamiento geométrico de los paraguas con la suavidad de las figuras.
A partir de observar y hablar sobre esta obra de Renoir "Los Paraguas" hemos realizado una actividad plástica con rotuladores que ha consistido en dibujar nubes con rotuladores y ahí os dejo la imagen de algunos de estos trabajos.
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